"Adelante oficial, afirmativo estoy pasando por la casa donde hay un palo donde las guayabas parecen peras" Se empezaba a sacudir el árbol. Era un policía robándose las guayabas de mi casa. Fue gracioso salir a preguntarle que estaba haciendo y solo obtener una sonrisa.
Es increíble la atención que puede lograr un simple arbusto. Todos los días encontrábamos a alguien apaleando el árbol o lanzando piedras para robarlo de sus frutos. Realmente no me molestaba que se llevaran las frutas, es mas, había caído en un juego donde pensaba "que bueno soy, regalo los frutos que me pertenecen", me había vuelto una de esas señoras que ven al mendigo y piensan en hacer puntos para llegar al cielo.
El fin del árbol fue el mismo que el de muchas personas que llevan "frutos" en la calle. Fue talado, solo que la razón para matarlo no fue la misma. El murió por seguir dando lo que pedían. Decidimos cortarlo por la cantidad de piedras que caían en el garaje.
Jaaaaaaaaaajajajaj poco apoco aflora tus caraterìsticas màs medievales, como si fueras el dueño del un feudo jajajaja
ResponderEliminarte juro que el "palo" de guayaba hacia que tocara la plebe a mi puerta como 5 veces diarias en epoca de cosecha.
ResponderEliminarhubieras pedido a cambio sus doncellas. con zapatitos de castígame. falta de espíritu feudal, Picho.
ResponderEliminarviva la fuerza policial!